La protesta en la agencia central de la Administradora Tributaria de Entre Ríos (ATER) “fue para visibilizar el reclamo de los trabajadores”, contó Mamone, quien aclaró: “Nosotros no estamos haciendo un reclamo salarial, entendemos el contexto en que se está viviendo en este momento, pero no podemos dejar de manifestar lo que se plantea desde el principio de gestión ante las reestructuraciones internas y traslados de personal sin explicarnos o sin dar razones suficientes”.
En ese marco, detalló que “hay mucha preocupación ante deficiencias de gestión en este tiempo o en este año y medio que venimos viviendo, que repercuten en la recaudación”, apuntó el trabajador, quien señaló que “la gota que derramó el vaso fue el tema del fin del reparto físico de boletas, cuando para el entrerriano de a pie, el tener la boleta física es un elemento esencial para pagar el impuesto”. En ese marco, al delegado aclaró que se acompaña la modernización, “lo que no entendemos y que le planteamos a los directivos es que cómo puede ser que de un día para el otro se dejó de repartir las boletas, es decir, tiene que ser una transición, un proceso”.
Además, comentó que “a todo esto le sumamos 17 compañeros que son de distintas modalidades contractuales que fueron despedidos, es decir trabajadores precarizados desde hace muchísimos años que hoy se quedan sin trabajo y que tenían una función específica en Ater”.
Las reformas, el ajuste de horas y los despidos representan “un cúmulo de cosas muy sospechosas que se están en un momento determinado. La verdad que esto va a llevar a algo seguramente”, indicó Mamone.
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Hermes